Nuestros ingenieros investigan la ciencia de la nieve en un laboratorio de nieve de alta tecnología. La nieve está estrechamente relacionada con la disciplina por excelencia del desarrollo de neumáticos de invierno, dado que las propiedades de la nieve influyen directamente en el rendimiento del neumático.
La nieve es un milagro
Cada copo de nieve es un pequeño milagro, una formación única de miles de millones de cristales de hielo. Aun así, todos los copos comparten una característica: seis puntas o, para ser más exactos, una simetría de 6 pliegues. ¿Por qué? Las moléculas de agua siempre se organizan en un ángulo de 60 o 120 grados.
La nieve no es nieve
La forma de la nieve una vez caída puede ser muy distinta. El estudio realizado por la Universidad de Glasgow demuestra que los escoceses son quienes disponen de más palabras relacionadas con la nieve: un mínimo de 421 palabras.
La nieve modifica su masa
La nieve en polvo seca pesa 30 kg/m³, mientras que la nieve compacta puede alcanzar una masa de 500 kg/m³ y la nieve firme incluso 800 kg/m³.
La nieve evoluciona
El estado de la nieve cambia constantemente porque los cristales de nieve se desarrollan juntos en los puntos de contacto. Este proceso físico recibe el nombre de sinterización.
Se adherirá más o menos cantidad de nieve a la banda de rodadura en función de las propiedades de la nieve. Se trata de un fenómeno que se puede observar con facilidad.
Si un coche circula sobre nieve en polvo recién caída, el neumático se llenará completamente de nieve. Si la nieve es compacta, se quedará en los surcos de la banda de rodadura, cuyos colores pasarán a ser el blanco y el negro. Si la nieve está muy dura, no se adherirá a la banda de rodadura, cuyo color seguirá siendo negro. Esta interacción entre la nieve y el neumático también depende de otros factores, como la temperatura y la velocidad.
De hecho, un neumático de invierno rinde mejor sobre la nieve cuando todos sus bordes de agarre están expuestos. Si el neumático no tiene nada de nieve, los surcos de la banda de rodadura funcionarán a la perfección. Un neumático de invierno de gama alta y tamaño mediano, como Goodyear UltraGrip Performance+, cuenta con más de 2500 entalladuras especialmente diseñadas para ofrecer un agarre óptimo.
En el laboratorio de nieve de alta tecnología ubicado en el Centro de innovación de Goodyear en Luxemburgo, nuestros ambiciosos ingenieros analizan las propiedades de la nieve hasta el último detalle. Aquí la temperatura es de entre 0 y -40 °C.
Empleamos una máquina especial para crear cristales de nieve naturales de distintas formas.
Nuestros ingenieros analizan las muestras de nieve a través de una tomografía realizada con un microordenador y crean modelos informativos en 3D a partir de dichas muestras mediante un software moderno.
Los ingenieros combinan distintos tipos de nieve para simular la nieve de las carreteras. Los científicos que estudian los materiales emplean un tribómetro con el que analizan la fricción del neumático en la nieve para optimizar los compuestos de caucho, el diseño de la banda de rodadura y la disposición de las entalladuras.
Los resultados obtenidos en el laboratorio se complementan perfectamente con los resultados de los pilotos de pruebas, quienes utilizan neumáticos nuevos en pistas de pruebas de invierno en Suiza, Escandinavia y Nueva Zelanda. Los conocimientos prácticos y de laboratorio llevan directamente al desarrollo de los neumáticos de invierno Goodyear UltraGrip.
Vídeo sobre la tecnología de agarre en invierno
Vídeo sobre la tecnología de protección de tracción