27/09/2023
Cuando los gestores de flotas hablan de negocios, hay dos temas que siempre salen a relucir: la sostenibilidad y el aumento de los costes empresariales. Dado que el ahorro de combustible resuelve ambos problemas al mismo tiempo —menos combustible significa menos costes y menos emisiones—, no es de extrañar que el ahorro de combustible se haya convertido en un objetivo clave para las flotas de camiones.
Pero, ¿qué pueden hacer sus neumáticos para ayudar? ¿Pueden realmente marcar la diferencia? Veamos los aspectos del uso de los neumáticos que pueden reducir al mínimo el consumo de combustible (y de la batería) y describamos lo que puede hacer en la práctica para su flota.
Los debates sobre el ahorro de combustible de los neumáticos se centran en un único término: la resistencia a la rodadura. En sus términos más sencillos, la resistencia a la rodadura se define como la medida de fuerza en el eje en el sentido de la marcha necesaria para hacer rodar un neumático cargado. A medida que aumenta la resistencia a la rodadura, menos energía del motor se convierte en movimiento hacia delante y, por tanto, se considera que esa energía se desperdicia.
Para explicar cómo los fabricantes de neumáticos como Goodyear minimizan la resistencia a la rodadura, debemos fijarnos en dos características clave de los neumáticos: el diseño del patrón de la banda de rodadura y el compuesto utilizado.
El patrón de los neumáticos de camión consta de ranuras y entalladuras. Las ranuras son los canales continuos que rodean todo el neumático, mientras que las entalladuras son los pequeños canales laterales que interconectan las ranuras. Su función combinada es garantizar la tracción en condiciones húmedas para evacuar eficazmente el agua del punto de contacto entre el neumático y la carretera.
Todos los neumáticos comerciales cuentan con estos diseños, pero si los examinamos más de cerca, veremos cómo pueden afectar a la resistencia a la rodadura. Cuando una parte del neumático entra en contacto con la carretera, las ranuras y entalladuras se flexionan y se cierran. Así es como evacuan el agua. Pero cuanto más profunda es una ranura, más flexible y móvil tiene que ser el material del neumático cuando esa parte del neumático entra en contacto con la carretera. Demasiada flexibilidad demasiado es un desperdicio de energía, por lo que se minimiza haciendo que las ranuras y entalladuras sean lo menos profundas posible, y así mantener al mismo tiempo los niveles de tracción deseados.
El problema al que nos enfrentamos es la vida útil del neumático: un neumático con una banda de rodadura poco profunda no durará tanto como uno con una banda de rodadura más profunda. La respuesta de Goodyear es desarrollar compuestos cada vez más resistentes. Por eso podemos ofrecer neumáticos que ahorran combustible, como el FUELMAX Endurance, que minimizan la resistencia a la rodadura, pero son lo suficientemente resistentes como para durar 230 000 km, dependiendo de las condiciones de uso, por supuesto.
Si el terreno se vuelve menos consistente, y si las curvas en la carretera se vuelven más pronunciadas y frecuentes, muchas flotas optarán por los KMAX más resistentes. Como se ha descrito anteriormente, la mayor profundidad del surco del KMAX significa que el neumático durará más, pero a expensas de la resistencia a la rodadura. Para un cálculo completo de los costes relativos de cada opción, consulte nuestra infografía aquí.
Uno de los factores menos apreciados en el ahorro de combustible basado en los neumáticos es el inflado incorrecto. Cada neumático está diseñado para funcionar de forma óptima cuando una zona o parche de contacto específico está en contacto con la carretera. Sin embargo, un inflado incorrecto de los neumáticos —en relación con la carga total del camión— puede afectar a esta zona.
Los neumáticos poco inflados se comprimen más, extendiendo el neumático y creando un área de contacto mayor que la óptima. Más contacto, mayor resistencia a la marcha, más combustible necesario. Además, la estructura del neumático se ve sometida a tensiones adicionales, lo que significa que el neumático se degradará más rápidamente.
Los neumáticos sobreinflados pueden presentar una menor superficie de contacto, ya que el neumático es más rígido. Aunque esto no aumenta la resistencia en la misma medida, la banda de rodadura del neumático sigue estando comprometida, y una menor superficie de contacto puede tener consecuencias peligrosas en términos de reducción de la tracción.
Un inflado incorrecto también puede afectar a las partes del neumático que no están en contacto con la carretera. Las carcasas de los neumáticos de un tamaño determinado son bastante similares y los alambres y el caucho de la carcasa están diseñados para funcionar de forma óptima a determinadas presiones y temperaturas. Si no se respetan estos parámetros, las carcasas pueden debilitarse y resultar inadecuadas para el recauchutado.
La respuesta sencilla es comprobar la presión de los neumáticos a intervalos frecuentes y mantenerla en el nivel correcto. Sin embargo, en la ajetreada vida de una flota normal, es casi imposible dedicar tiempo a hacerlo manualmente. Por ello, Goodyear ha desarrollado una serie de herramientas para hacerlo automáticamente.
DrivePoint, por ejemplo, es un sistema asequible que recopila datos sobre la presión de los neumáticos a partir de sensores TPMS instalados en las válvulas cuando el camión pasa por delante de una “torre” especializada, comprobando así la presión cada vez que un camión entra o sale de la explanada. Las flotas más grandes pueden optar por invertir en el más sofisticado CheckPoint, un sistema que utiliza láseres para leer no solo la presión, sino también la temperatura, la profundidad de la banda de rodadura y el peso por eje.
También está el TPMS, que utiliza sensores en la válvula pero se conecta remotamente a través de un rúter telemático y la nube de Goodyear, por lo que la presión de los neumáticos se controla incluso cuando el camión está en la carretera.
En última instancia, todas estas soluciones transmiten los datos de los neumáticos a una aplicación móvil o a un ordenador de sobremesa para mantener informados a los conductores y a los técnicos de la flota de cualquier medida que deban tomar, incluso para detectar pinchazos lentos midiendo los pequeños cambios de presión a lo largo del tiempo. Se calcula que un inflado insuficiente de tan solo 1 bar puede incrementar los costes anuales de combustible en 900 euros por vehículo, por lo que estas soluciones se amortizan rápidamente y son utilizadas por la mayoría de las grandes flotas.
Dado que las rutas y las condiciones de conducción son diferentes para cada flota, también lo son las elecciones de neumáticos. La mayoría de las flotas se basan en el método de ensayo y error para seleccionar los neumáticos y, en última instancia, encontrar el nivel adecuado de eficiencia de combustible para sus necesidades. Por supuesto, también debe fomentar una conducción sensata y otras comprobaciones clave, como la alineación de las ruedas. Si las ruedas están mal alineadas, el motor está trabajando más de lo necesario, y usted también pagará un precio por el desgaste desigual de los neumáticos. Por último, todas las flotas deberían controlar la presión de los neumáticos, ya sea manual o automáticamente. Hágalo y conseguirá una diferencia real en sus costes de combustible.
Nuestro objetivo es que nuestras publicaciones sean lo más precisas posible, pero no constituyen asesoramiento legal, técnico o profesional. Por favor, busque asesoramiento profesional antes de tomar cualquier acción.
La información contenida en este sitio es de carácter general y no pretende ser exhaustiva ni proporcionar asesoramiento adaptado a su situación. Cada artículo lleva indicada una fecha de publicación, pero la legislación, las tecnologías, etc. pueden cambiar después de esa fecha, lo que hace que la información no sea fiable. En algunos casos, expresamos nuestra opinión. Tenga en cuenta que no se trata de leyes, sino de opiniones personales. Para una visión completa y ponderada de cualquier tema, por favor busque asesoramiento personalizado.
Goodyear no acepta ninguna responsabilidad por cualquier pérdida que pueda surgir por acceder o confiar en la información contenida en este sitio. Tampoco somos responsables del contenido de los sitios de Internet externos que tengan enlaces a este sitio o que estén enlazados desde él